El observatorio espacial de rayos-X Chandra, junto con otra serie de telescopios ópticos terrestres, ha localizado la supernova más grande de la que se tiene constancia.
Bautizada como SN 2006gy, podría corresponderse con la explosión de una estrella de las más grandes que pueden existir, con un tamaño 150 veces superior al de nuestro Sol.
Este descubrimiento indica que las violentas explosiones de estrellas masivas eran relativamente comunes en los inicios del universo, y que explosiones similares pueden estar listas para estallar en nuestra propia galaxia.
"Esta fue una explosión verdaderamente monstruosa, cien veces más energética que una supernova típica", dijo Nathan Smith de la Universidad de California en Berkeley, quien lidera un equipo de astrónomos de California y de la Universidad de Texas en Austin. "Esto significa que la estrella que ha explotado podría haber sido tan masiva como puede llegar a ser una estrella, unas 150 veces más que nuestro Sol. Nunca antes habíamos visto algo así".
Los astrónomos creen que muchas de las estrellas de primera generación era tan masivas como esta, y que este nuevo tipo de supernova puede por tanto proporcionar un extraño destello de cómo murieron las estrellas. Es algo sin precedente, sin embargo, encontrar una estrella tan masiva y ser testigos de su muerte. El descubrimiento de la supernova, conocida como SN 2006gy, proporciona la prueba de que la muerte de estrellas tan masivas es fundamentalmente distinta de las predicciones teóricas.
"De todas las estrellas en explosión que hemos observado nunca, esta es el rey", dijo Alex Filippenko, jefe de las observaciones terrestres en el Observatorio Lick en el Monte Hamilton, California, y en el Observatorio Keck en Mauna Kea, Hawaii. "Estábamos atónitos observando el brillo que alcanzaba y el tiempo que duró".
La observación de Chandra permitió al equipo descartar la explicación alternativa más probable para la supernova: que una enana blanca con una masa ligeramente mayor que el Sol hubiese explotado en un entorno denso rico en hidrógeno. En tal evento, SN 2006gy debería haber sido 1000 veces más brillante en rayos-X de lo que detectó Chandra.
"Esto proporciona una prueba contundente de que SN 2006gy era, de hecho, la muerte de una estrella extremadamente masiva", dijo Dave Pooley de la Universidad de California en Berkeley, quien lideró las observaciones de Chandra.
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